Los sistemas de anclaje son EPIS clave en la protección de trabajos en altura. Elegir el tipo correcto garantiza la seguridad del trabajador y el cumplimiento de la normativa. En este post, te explicamos los distintos tipos de anclajes: A1, B y C.
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¿Cuál es la norma EN 795 para los anclajes: A1, B y C?
La norma EN 795 establece los requisitos que deben cumplir los sistemas de anclaje y los clasifica en clases, siendo los más utilizados los tipos A1, B y C.
Puedes encontrar más información sobre esta normativa en:
https://www.une.org/encuentra-tu-norma/busca-tu-norma/norma?c=N0049822
Tipos de anclajes: A1
Anclajes estructurales fijos
Los anclajes tipo A1 están diseñados para ser instalados de forma permanente en estructuras verticales, horizontales o inclinadas. Por ese motivo, requieren una evaluación previa de la resistencia del soporte estructural donde se fijan.
Aplicación: ideal para cubiertas, paredes, techos y suelos. Son comunes en edificios industriales y comerciales.

Tipos de anclajes: B
Anclajes transportables temporales
Este tipo de anclajes está pensado para uso temporal y son fácilmente montables y desmontables. No requieren una instalación permanente, por eso, son ideales para trabajos itinerantes.
Aplicación: trípodes de rescate, anclajes temporables.

Tipos de anclaje: C
Sistemas de línea de vida horizontal flexible
Los anclajes tipo C están formados por un cable o cuerda que se instala entre dos puntos de anclaje. Permiten el desplazamiento continuo del usuario a lo largo de un recorrido horizontal.
Aplicación: tareas que requieren movimiento lateral continuo, como mantenimiento de tejados o estructuras industriales.

Anclajes: A1, B y C ¿cuál escoger?
Para seleccionar el anclaje adecuado es necesario analizar varios factores:
- El tipo de trabajo define las exigencias del sistema, ya sea para mantenimiento, construcción o limpieza en altura.
- La duración de la tarea influye en si se necesita una solución fija o temporal.
- El entorno condiciona el tipo de estructura disponible y los riesgos asociados.
- La frecuencia de uso determina si conviene instalar un sistema permanente o utilizar uno portátil.
En conclusión, una elección acertada del punto de anclaje requiere una evaluación previa de estos aspectos con el fin de garantizar la máxima seguridad del trabajador, cumplir con la normativa vigente y optimizar los recursos en cada intervención.
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